Se dice que todo el sufrimiento del Mundo es tan grande que su poder podría desatar la más grande las destrucciones. Sauron busco ese poder: creando gran sufrimiento para conseguirlo. Sin embargo, no pudo desatarlo. Y se dice que llegó a descubrir que la acumulación de sufrimiento de los Simbolistas, adecuadamente utilizado podría desencadenar ese poder (evidentemente, ese poder puede usarse para fines buenos o malos). Y los simbolistas fueron perseguidos por Sauron. Sin embargo, para desgracia de éste, no sabían cómo usar ese poder. Y Sauron tampoco fue capaz. Una profecía de Nienna, muy dada a este tipo de ejercicios (nótese que el primer vampiro de Arda fue consecuencia de una Maldición de Nienna) reza que algún día alguien será capaz de manipular todo este poder. Alguien de mucha afinidad por la magia, y que será capaz de intuir los cinco Reinos de Poder. Y por lo que se entre lee de su jeroglífica profecía, ese elegido sería una mujer, y sería simbolista. Por ello que los simbolistas son tan perseguidos por las hordas de Sauron: quieren también poseer a ese elegido y usarlo a su conveniencia.
Así mismo, parece que mentalmente son capaces de manipular sus fuentes de neurotransmisores y las de las personas que sufren, limpiando así su cerebro de dolorosos recuerdos y aliviándolos. Así, el shock por sufrimiento es grande, sin embargo, podrán aliviar a una madre que ha perdido a su hijo; y ellos, aunque sufran, realmente no han tenido esa pérdida. Aunque jugar con los neurotransmisores es peligroso, tal es la prueba de Nienna.
El simbolista es libre de elegir a quién ayudar y en qué grado, pero suelen ser muy sensibles al sufrimiento ajeno, de hecho, cuanto mayor es su empatía más poderosos son, y dice la Profecía de Nienna que El Elegido gozará de una Empatía extraordinaria, más allá de cualquier representante de los Pueblos Libres e incluso que los maiar.
En construcción. Disculpen las molestias.
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