Nótese que el Sexto y el Séptimo sentido no son habilidades específicas de hechiceros, son estados a los que cualquiera puede llegar a experimentar e incluso dominarlo. Bueno, cualquiera es un decir, porque pocos son los individuos que han logrado hacer gala de semejante proeza. Incluso hay maiar que no han llegado a dominar o al menos usar el Séptimo sentido. Aunque lo normal es que estas habilidades pertenezcan a la parcela de los hechiceros, y sobretodo de los grandes poderes: los espíritus primigenios.
Un repaso a la historia hará que el lector comprenda mejor la naturaleza de estas quizás mal llamadas habilidades:
-Eòwyn alcanzó puntualmente el Sexto sentido al esgrimir la espada del yacido Theóden, para poder así acabar con el Rey Brujo de Angmar.
-También se dice que Eöl no podría haber forjado el galvorn sin dominar al menos el Sexto sentido.
-También se dice que Gandalf vio en Frodo y Sam talento suficiente como para exprimir sus cualidades hasta el clímax del Sexto sentido, sin el cuál jamás podrían haber llegado hasta las entrañas del Monte del Destino.
-Dicen los eruditos de Historia que los Istari Radagast, Alatar y Pallando fallaron en su misión porque nunca llegaron a desarrollar el Séptimo sentido.
-Túrin Turambar también hizo uso del Sexto sentido, entre otras para poder matar al gran gusano Glaurung. Aunque nunca llegó a dominar el Séptimo sentido; no por falta de coraje o talento, sino por su ciclópea inestabilidad, que lo alejaban de la concentración necesaria, y eso que dicho sentido le hubiera podido salvar de las malcaradas añagazas de Glaurung.
-Cualquiera de entre los grandes poderes de los Pueblos Libres, y por consiguiente que pueda ser realmente tentado, debe recurrir al Sexto sentido para controlarse ante la Tentación del Anillo Único. Si su poder supera al de cualquier criatura oriunda de Arda o individuo de los Pueblos Libres deberá hacer uso del Séptimo sentido.
-Se dice que Morwen, la madre de Túrin, fue la única mortal en dominar el arte del Sexto sentido.
-Los Nazgûl dominaban la versión Oscura del Sexto sentido.
-Desde luego, Celebrimbor, dominaba el Sexto sentido. Gran prueba de ello es su legado para la historia de su época en Ost-In-Edhil, la Fortaleza de los Eldar, en Eregion en la Segunda Edad.
-Y Glaurung, por supuesto, el Sexto sentido no tenía secretos para su inicua malicia.
-Fingolfin no podría haber combatido contra Morgoth con la gallardía que lo hizo sin la gracia de los valar, obtenida únicamente a través de un desarrollado Séptimo sentido.
-También se dice que Húrin no podría haber aguantado los encantamientos de Morgoth si sus niveles de experiencia, aguante y coraje no hubieran rozado el Séptimo sentido, cuando estuvo prisionero de este allá en Thangorodrim.
-Saruman recurrió a las técnicas del Séptimo sentido para invocar la ira del Caradhras o Gandalf para finiquitar al Balrog de Moria. Pero debido a las limitaciones de los Istari se sabe que este uso era puntual y no lo dominaban en Arda como sí lo hacían en Aman.
-Grandes señores eldar como Elrond o Galadriel también hicieron sus pinitos con dicha disciplina. De hecho, sólo quien estuviera iniciado en dicha disciplina podía acceder al Concilio Blanco.
-La gracia de Eärendil también le fue dada por ser el primer mortal en hacer gala del Séptimo sentido.
-De entre los hechiceros de los Pueblos Libres se dice que Fëanor fue uno de los más ilustres maestros de este restringido arte.
-Lúthien no podría haber dormido a toda la fortaleza de Morgoth sin hacer profuso uso de susodicho sentido. Y parece que Beren también fue iniciado en dicho Séptimo sentido gracias a las enseñanzas de Lúthien.
-También se sabe que Glorfindel I, y sobre todo Dior, dominaban el arte del Séptimo sentido.
-Melian hizo uso profuso del Séptimo sentido para proteger Doriath. Y como hemos mencionado, Galadriel, como buena discípula de Melian, también hizo lo propio para proteger Lothlórien.
-Sauron y Tom Bombadil también parece que eran expertos en dicho Sentido, aunque el primero le sacara mucho más partido. Tom Bombadil no podría haberse resistido con tanta facilidad al Anillo Único de no dominar el Séptimo sentido. Aunque parece ser que era innato en él más que el desarrollo de una habilidad como tal. Quizás fue una de las criaturas de Arda que lejos de tener que desarrollarlo ya lo poseía desde los albores de su existencia, y quizás por ello no le otorgaba demasiado valor. Desde luego, no hace falta dominar el Séptimo sentido para ir a recoger lirios al bosque.
-Y como no podía ser de otra forma, el mayor maestro de entre los Pueblos Libres en lo que al Séptimo sentido se refiere: Ingwë, el Señor de los vanyar. Se dice que cuando Meditaba podía invocarlo únicamente abriendo los ojos, al igual que su Señor Irmo. De hecho, era considerado santo entre los eldar y se decía que era la mismísima encarnación de Irmo.
A parte, y evidentemente, un hechicero puede adquirir habilidades secundarias propias de los eruditos y que hacen referencia al conocimiento de diferentes disciplinas: Criptografía, Antropología, Historia, Geografía, etc. Aunque nótese que también tiene menos tiempo para dedicarse a ellas y es recomendable que se centre en las habilidades propias de hechicero. Esto se comenta para que no se le pueda tildar de inculto pese a ser un hechicero... xD.
Y para finalizar, será fundamental el nivel de energía y de concentración del hechicero. Véase la tabla de presión-energía de los Diagramas de fase de los sortilegios. Esto hace referencia a la capacidad de realizar sortilegios, cuantificable mediante los Puntos de Poder.